Este mes de mayo, la escultura de Ángel Mateos erigida en Valladolid para conmemorar el IV centenario de la fundación de la ciudad, cumple 20 años. El 27 de mayo se inauguraba esta enorme escultura de Mateos, la mayor realizada por el artista, la más importante, tanto por dimensiones como por complejidad técnica: a una altura de 22 metros, un nudo de formas de 15 m. de vuelo se sustenta sobre únicamente dos pilares. Un prodigio técnico en el que no se aprecia ni una sola coquera ni ninguna junta en todo el encofrado.
Fue su último trabajo en escultura, pues Ángel mateos ya se había alejado de los círculos artísticos expositivos y estaba centrado en la conclusión de su museo, el cual se terminó de construir un año más tarde, en el 2000.
Esta escultura, Inversión VIII supuso la materialización de su gran deseo: ver sus esculturas realizadas a gran tamaño.
Y es que el “escultor del hormigón” veía sus esculturas como “maquetas de sí mismas”; la monumentalidad que impregna su obra es fruto de la propia concepción de las mismas y del hormigón. La simbiosis entre la intención del escultor y el material que emplea, ha un legado artístico tan personal y coherente que resulta imprescindible en el arte de hoy.
Con motivo de este aniversario, la Fundación MÁMeh ha editado este pequeño vídeo y pone a disposición de todos algunos de los artículos sobre la inauguración del monumento, extraídos de la hemeroteca del Museo Ángel Mateos. Aquí os los dejamos: